Escultura, Arte y Música

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sábado, 19 de julio de 2025

From the Cradle // Emilio Sánchez

 


Hace unos cuarenta años que, (en aquella escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos), conocí a Emilio Sánchez. Por aquel entonces yo daba mis primeros pasos en este mundo de la escultura.

No recuerdo exactamente la fecha, pero lo que sí que guardo en la memoria es una exposición suya en la que la madera era la protagonista. Figuras realizadas con pedazos de madera, listones o retales que habían salido de un taller de carpintería y que otros habrían eliminado o guardado para echar a la estufa. Obras encoladas, ensambladas o clavadas, que envolvían el espacio imaginado por el autor. Estas esculturas ya tenían ese toque de Emilio, ese elemento que le diferenciaba de otros escultores y que le hacían único…

Ha pasado mucho tiempo y el trabajo de Emilio ha ido madurando, pero continúa con ese aspecto que le caracteriza, sigue siendo su obra.

Como podemos contemplar en la exposición de «Los Serrano» el autor nos muestra su trabajo en el que, desde hace ya tiempo, incorpora un dialogo entre mariales. Combina la madera con el metal, la piedra, el cristal u otros elementos, pero siempre guardando su sello.

En ocasiones, nos puede parecer chocante ese dialogo entre materiales y, es precisamente ese choque, el que hace aún más atractiva la obra, otras veces al observar con detenimiento ciertas piezas, descubrimos una intensa conversación entre la piedra, la madera o el metal, que nos lleva directamente a la escultura. No voy a negar que, en numerosas ocasiones, la casualidad nos brinda maravillosas sorpresas, pero no siempre es así. A Emilio siempre le ha gustado la materia virgen, y como buen amante de la observación y la naturaleza, los elementos puros. En este sentido es fácil adivinar que siempre trata de transmitirlo en sus obras, conservando su forma original, él tan solo descubre del interior de la misma, ese rostro que muestra ante nosotros. En ocasiones aplica a la pieza color, con el objetivo de guiarnos en la visión de la escultura, a veces esa policromía nos revela un estado de ánimo, unas emociones que cada espectador siente de manera diferente.

El juego con la forma y el color y la necesidad de seguir expresando lo que tiene dentro, le lleva a Emilio Sánchez a introducirse en la pintura, pero no abandonando nunca el arte de las tres dimensiones.

En definitiva, la materia y su mundo, Emilio Sánchez en estado puro…

jueves, 7 de noviembre de 2024

From the Cradle // Paco Sanchidrián

 


Ayer tuve la oportunidad de visitar la última exposición de Paco Sanchidrián.

Bajo el título de «Caleidoscópico», la muestra se inauguró el pasado dos de noviembre en la sala del Episcopio, junto a la catedral de Ávila.

Desconozco si el nombre de la exposición vino antes que la elección del lugar o si, por el contrario, fue el recinto el que inspiró el título.

La sala, de planta rectangular y completamente abovedada, nos recuerda a los fragmentos más o menos ordenados que nos brindan los espejos de un caleidoscopio, el color ya lo pone Paco.

Así es, rematando o arrancando la bóveda de la sala (según lo vea cada uno), el pintor nos regala una explosión de color dividida en cuatro zonas con una cierta diferencia, pero con un nexo común…

En la obra que Paco Sanchidrián nos propone, además del color, se aprecia el oficio de una dilatada experiencia, ya que, según fuentes sacadas de algunos medios de comunicación, «son más de cuarenta décadas las que el pintor lleva dedicadas a la pintura». Es probable y, a ver si tengo un rato para conversar con él, que coincidiera con Velázquez en alguno de sus viajes por la Corte...

Le conociera o no, en la obra de Paco se ve sobre todo absoluta sinceridad, se aprecia en cada centímetro del lienzo que se lo pasa bien, que disfruta con lo hace, que nadie le pone objetivos o metas, su obra brota de sus manos como un manantial, es algo natural, no hay nada forzado y eso, da gusto verlo en una exposición.

En una sala convertida en caleidoscopio, no podía faltar la imaginación en las imágenes que apreciamos. Cada obra tiene algo más, otro cuadro en cada mirada, una vista cenital de un lugar concreto o soñado, un fragmento de un plano, de una ciudad o un edificio, un detalle imprescindible, un recuerdo de la infancia… En definitiva, magia…

 

Hasta el día 15 de noviembre permanecerá abierta la exposición.



Caleidoscópico
Paco Sanchidrián.


sábado, 12 de octubre de 2024

El recuerdo seguirá vivo... (F.J.Mañoso)

 

Guardo en la memoria una ventana abierta de un piso de la calle San Segundo. Recuerdo una puerta entornada que invitaba a entrar a los que por allí se acercaban para así llenar de contenido la publicación que allí se fraguaba. Aquel verano del 88, observaba esa ventana desde el interior del piso. Guía de Ávila se hizo eco y publicó un artículo referente a mi primera exposición individual.

Casi dos décadas después, uno no podía imaginar que pasaría horas y horas con F.J. Mañoso, El Chino para los amigos, pieza fundamental en aquella revista. Su taller del sur de Ávila, se convirtió en punto de encuentro, un lugar donde nacieron un montón de ideas, la zona cero.

Allí, a dos artesanos considerablemente diferentes, pero con inquietudes similares, se les ocurrió la “temeridad” de abrir una tienda de artesanía y una galería de arte en Ávila. Ambos teníamos unas ganas enormes de poder mostrar al público, un enorme abanico de productos artesanos que se hacían por todo el país, además de combinarlo con exposiciones temporales de artes plásticas (pintura, escultura, fotografía, grabado…).

Artes Galería creció, nos trasladamos al centro, aumentando el número de talleres artesanos y construyendo un buen espacio expositivo.

Durante el tiempo que permaneció abierta Artes Galería, tuvimos la oportunidad de conocer a gran número de artistas y artesanos, de compartir con el público lo que allí pasaba y de crear una asociación cultural ACADA (asociación cultural artes de Ávila). De todo esto, ya no queda casi nada. La galería cerró sus puertas y la asociación cultural se disolvió, pero lo más importante y lo que siempre nos quedará es el recuerdo de El Chino, pues, quien tuvo la oportunidad de conocerle bien, pudo comprobar cómo era, ya que ante todo, era buena gente.

Como decía con anterioridad, yo pasé cientos de horas con él, la mayor parte de ellas luchando por el arte y la artesanía, incluso “esas horas de cervezas”, a veces eran más fructíferas que el interior de la galería.

Una de los aspectos más positivos de dedicarse a este difícil mundo del arte y artesanía, es lo que dejas, lo que has creado. Tus cuadros, todo tu trabajo como artesano, tus publicaciones, tus dibujos, tus papeles de aguas y por supuesto, tus obras indultadas, aquellas, que en más de una ocasión volvías a sacar de la carpeta para comprobar si el indulto seguía en pie, o por el contario merecía “otra pena”, aquellas obras casuales que nacieron con la intención de adornar un libro y se convirtieron en piezas únicas e irrepetibles. Muchas veces, me pedias opinión sobre aquellos restos de papel que usabas para limpiar la cubeta de tinta, era en aquellos retazos donde la magia invadía el taller, porque es, a las cosas pequeñas a las que nos debemos aferrar y prestar atención.

En estos momentos tan tristes, lo único que se me pasa por la cabeza son recuerdos y un profundo agradecimiento por haber tenido la oportunidad de compartir tantas cosas contigo, además de una cierta rabia porque no vieras cumplidos algunos de tus objetivos.

Un abrazo enorme Carmen, Sara y Willy.

Gracias compañero, socio, amigo…



Uno de sus indultos...